Panchito, mi amigo fiel
Para el tiempo de la segunda guerra del Golfo (como la quieran llamar, pues siempre estuvo activa la situacion, "Guerra de Irak"), un nuevo integrante llego a mi hogar. Al principio de convivir todos juntos, mi hija menor que apenas tenía pocos años le encantaba jugar con él. Eran cómplices uno del otro al hablar de lo que se comían. Un día sentí un olor a mentol y era que mi hija había jugado de médico y él era el paciente. El pobre estaba bañado en mentol y se le salían las lágrimas. Ya van casi doce años que vive con nosotros. La peculiaridad de él es su paciencia y el dormir. Tal así, que mis vecinos lo adoran y jamás he tenido queja alguna de ellos. Los guardias cuando dan las rondas me ayudan a protegerlo de cualquier extraño o auto que pueda hacerle daño. De las virtudes que posee él son el ser comelón, correr, pero por ser de altura bajita no puede alcanzar lo que desearía alcanzar. Por otro lado, Panchito siempre ha dormido en o cerca del cuarto de mi hija m...